LA FIESTA DE LA NAVIDAD:
EL SANTA CLAUS O PAPÁ NOEL
Carlos García
Diciembre 2012
San Nicolás y Santa Claus
El
origen del personaje hay que buscarlo en Nicolás, nacido en Parara de Licia,
antigua provincia del Asia Menor, obispo de Myra, capital
de Licia, junto al mar mediterráneo, en lo que
hoy es Turquía, que sufrió prisión
en la persecución de Diocleciano por confesar
su fe, siendo liberado por el emperador Constantino.
Tras su muerte el 6 de Diciembre de 345, su devoción
fue mucha, convirtiéndose en patrono de los
niños y de los marineros, obrando muchos milagros.
En el siglo VI el emperador Justiniano construyó una
iglesia en su honor en Constantinopla, propagándose
su popularidad por todo el cristianismo, nombrándolo
patrón de Rusia donde su devoción es
muy extensa. En 1.807 sus restos, rescatados de Mira,
fueron llevados a la Basílica de Bari, Italia,
por lo que se le conoce, también, con ese nombre,
siendo muy milagrero por el fenómeno de exudar
una sustancia que se conoce como “el manna di
San Nicola”.
Su figura cristiana
ha sido modificada modernamente, habiéndose cambiado
su mitra de obispo por un gorro nórdico, y ya no reside
en Turquía sino en el Polo Norte, comenzando su historia
actual cuando, en 1.809, el escritor norteamericano Washington
Irving, publicó un libro titulado “La historia
de Nueva York según Knickerbocker”, donde San
Nicolás era despojado de sus atributos de obispo y
dibujado como un hombre mayor, grueso y divertido, vestido
con sombrero de ala, calzón y pipa holandesa y que,
tras llegar a Nueva York se dedicó a repartir regalos
por las chimeneas que sobrevolaba en un caballo volador arrastrando
un gran trineo, lo que lo hizo muy popular entre la población
que convirtió el “sinterklaas” holandés,
en el “santa claus” norteamericano.
Años después, en 1.823, era tal su popularidad
que un poema titulado “Una visita de San Nicolás”,
más conocida como “La noche antes de Navidad”,
publicado en el periódico “The Sentinel”,
encontró una gran acogida y contribuyó a evolucionar
los rasgos típicos de aquel. El poema lo escribió un
profesor de teología, Clement Moore, y en él
aparecía San Nicolás en un trineo tirado por
renos y adornados de campanillas, con una estatura baja y
constitución rechoncha, adquiriendo una figura parecida
a los gnomos, desplazando la llegada del personaje del 6
de diciembre típico a la tradición holandesa
al 25 de Diciembre, lo que influyó en el traslado
de la fiesta de los regalos al día de Navidad.
En 1.863 un inmigrante alemán establecido en Nueva
York, llamado Thomas Nast, publicó en el periódico
Harper´s Weekly su primer dibujo de Santa Claus, cuya
imagen había variado, representándolo como
un gnomo entrando por una chimenea, modificando su imagen
hasta representarlo, años después, con una
gran barriga y ataviado con un ancho cinturón, y,
cuando los colores entraron en la industria de reproducción
periodística, lo atavió con un gran abrigo
de color rojo intenso, no sabemos si fue el primero en hacerlo
o el impresor de la ciudad de Boston, Louis Prang, quien
ya en 1.886 publica postales navideñas en las que
aparecía Santa Claus vestido de color rojo y lo hace
residir en el polo norte.
El final del siglo XIX fue definitivo para la difusión
y consolidación del personaje, cuando pierde todo
su carácter religioso y se convierte en un elemento
cultural que aceptan todos los sectores y creencias, dejando
de relacionarlos con los holandeses y ser aceptado por los
niños norteamericanos como su patrón, realizando
entonces un retorno hacia Europa donde aparecen y se reivindican
los personajes de Papá Noel francés, o el Father
Christmas británico, que adoptan el físico
e imagen típicos, aunque no vestido de rojo sino de
blanco con vivos dorados.
En 1.897 Francis Church, editor del periódico “New
York Sun”, escribe una editorial en respuesta a una
carta escrita por una niña de ocho años de
edad, Virginia O`Nalón, quién preguntaba si
realmente existía Santa Claus y que resulta ser muy
convincente para el arraigo en la creencia de la mítica
figura.
Y a comienzos del siglo XX, en 1902, el libro infantil “The
life and adventures of Santa Claus” de L. Frank Baum,
origina y difunde la historia de cómo Claus se gana
la inmortalidad y su condición de santo.
Por fin, como último impacto definitivo en la imagen
de Santa Claus, está la influencia de una campaña
publicitaria navideña de la Coca Cola en 1.930, cuando
aparece en el cartel anunciador la imagen de Santa Claus,
haciéndose entonces más alto, grueso, de aspecto
bonachón, con barbas blancas y vestido de rojo con
ribetes blancos, colores oficiales de la bebida de cola.
Fue el pintor de Chicago, de origen sueco, Abdón Sundblom,
quién, tomando como modelo a un vendedor jubilado
llamado Lou Prentice, dibujó la figura que se estrenó en
la campaña de 1.931 y que, con posteriores retoques,
fue usada como reclamo de las campañas publicitarias
que se ha seguido usando hasta la actualidad, aunque no parece
cierta la creencia de que los colores rojos y blancos de
la vestimenta tenga su origen en los de la marca comercial
aunque sí que contribuyeron a su éxito y popularización,
porque existen ilustraciones y descripciones casi idénticas
anteriores al anuncio como la de Thomas Nast ( 1.869) o la
de San Nicholas Magazine ( 1.926).
En cuanto a la residencia y morada de Papá Noel,
como la leyenda es originaria del hemisferio norte, se difundió la
idea de que viviría en el Polo Norte; pero hay que
conocer que en otras localidades cercanas también
admiten su territorio como el hogar de “Santa”,
como en la Laponia finlandesa y sueca.
Y en la noche del 24 de Diciembre Santa Claus transporta
y reparte los regalos, elaborados por los duendes mágicos,
llevándolos en su trineo volador tirado por ocho renos
que parecen proceder, desde 1807, gracias al poema “A
Visit from St. Nicholas”, habiendo surgido estos primeros
ocho renos de una vieja leyenda de la mitología escandinava
sobre el dios Odin, quien montaba un caballo con ocho patas
llamado Sleipnir.
Más modernamente fue añadido un noveno reno,
el más conocido de todos, Rudolph (Rodolfo), con su
nariz roja. Los otros se llaman Donner (Trueno), Blitzen
(Relámpago), Vixen (Travieso), Cupid (Cupido), Comet
(Cometa), Dasher (Alegre), Dancer (Danzarín) y Prancer
(Saltarín).
Este personaje navideño es conocido con distintos
nombres en diferentes lugares del mundo: en España
el Pare Noel en Cataluña, o el Pai Nadal en Galicia;
en Venezuela San Nicolás, en Chile Viejito Pascuero,
en Costa Rica Colacho, en Alemania Nikolaus, en Dinamarca
Julemanden, en Irán Baba Noel, en Islandia Jólasveinn,
en Rumania Mos Craciun, en Italia Babbo Natale y La Befana,
en Cuba Santa Clós y muchos otros personajes relacionados
con esta figura como el Olentzero vasco, o el Esteru de Cantabria
y el Apalpador gallego, igual que el Niño Jesús
en muchos lugares de Hispanoamérica.