Agustín Guerra reprodujo
en su Portal de Belén de 1957 la orografía
montañosa de La Laguna, sin olvidarse, de la
Mesa de Jardina, San Roque, La Vega y la Ciudad de
La Laguna
Si bien en Tenerife, y más concretamente
en La Laguna, la tradición del belén
canario se remonta a las primeras décadas
del s. XX, éste ha adquirido en los últimos
años una gran expansión. Habitualmente
reproduce la orografía montañosa de
la Isla, sin olvidarse, lógicamente, del Teide.
En este paisaje se reparten los caseríos típicos
de las Cumbres de Anaga.
Otra tendencia consiste en ubicarlo en alguna ciudad
o pueblo de la Isla, plasmando con precisión
casi una maqueta de los mismos, que recoge minuciosamente
los más diversos detalles de los edificios
más emblemáticos de la zona.
Todos los personajes, incluyendo los del Misterio,
van ataviados con la indumentaria tradicional y se
representan no sólo una multitud de oficios
(zapatero, carpintero, herrador, turronera, pastelera,
pavera, panadera,...), sino también escenas
cotidianas o ligadas a la tradición popular
(lucha canaria, romería con sus barcos, danzas
de cintas,...).
En este apartado
el término municipal cuenta con nacimientos de gran
calidad, cuyas figuras han sido y son elaboradas artesanalmente.
Fueron famosos artesanos en la elaboración de figuras
para belenes: doña Candela, doña Concha, las
conocidas como “niñas de Solís” y
don Vicente Falcón.