EL ROMÁNICO EN LA
VALL DEL BOÍ. IGLESIA DE SANTA
EULALIA D'ERILL LA VALL
Francisco Molina
Muñoz
La Vall del Boí,
agosto 2014
Ficha
Resumen
Monumento:Iglesia
de Santa Eulalia d'Erill la Vall Localidad: Erill-la-Vall
(Alta Ribagorça) Coordenadas UTM: 31, 321495,
4710541 Descripción: Iglesia
de una sola nave y cabecera trebolada, con un campanario
torre de seis plantas. Un porche arqueado cierra la fachada
norte. Contiene una bella talla de madera correspondiente
a un descendimiento. Elementos destacados: Descendimiento. Planos: Planta Fotografías
Bibliografía específica
Un
poco de historia
La
población de Erill-la-Vall, o Eril como era conocido
el lugar en la antigüedad consta a partir del año
1064, mencionada en el conjunto de lugares del valle de Boí,
cuando todo el valle fue vendida por los condes del Pallars
Sobirà a los condes del Pallars Jussà, incluyendo
iglesias, posesiones y el castillo de Erill.
Años más tarde, el día 20 de Diciembre
de 1208 se vende el lugar de Erill y Boí, con sus
términos y posesiones, a Guillem II de Bellera y su
esposa Sancha, conocidos en adelante como los señores
de Erill. Fue esta familia la que antes del año 1266
donases la iglesia parroquial al monasterio cisterciense
de Santa Maria de Lavaix, patronazgo que perduró hasta
la desamortización de 1836.
Santa Eulalia d' Erill-la-Vall fue declarada monumento histórico-artístico
el año 1962 y poco después la empresa ENHER
restauró el campanario. En el año 1994 se practicaron
unas excavaciones arqueológicas en el subsuelo de
la iglesia y los alrededores, momento en el que fue también
restaurada.
Descripción
Los orígenes de la iglesia
actual provienen probablemente del siglo XII.
Actualmente podemos verla como una pequeña
construcción con una sola nave muy alargada,
rematada en la cabecera oriental por un trilobulo
formado por tres ábsides semicirculares.
El central fue demolido a principios del siglo
XX y se restauró en las reformas de 1994.
La cubierta actual procede también de
las remodelaciones, construida a base de un embigado
de madera formando pendientes a dos aguas. Sustituye
a una bóveda de cañón
de perfil semicircular de la que solo se conserva
el arranque en el muro meridional, reforzada
por cinco arcos torales que aun se conservan
parcialmente. (1)
Gracias a las excavaciones del año 94 se
ha podido establecer una cronología constructiva
de la iglesia, identificando hasta cuatro etapas
diferencias. En la bibliografía se puede encontrar
abundante información sobre estas, pero diremos
rápidamente aquí que el edificio original
del siglo XI constaba de una corta nave rematada
con un solo ábside, al que se fueron añadiendo
sucesivamente las distintas absidiolas, así como
el campanario, el porche y las semicolumnas interiores
y la bóveda de cañón.
El
campanario se levanta al lado de la absidiola
norte, adosado al muro de septentrión.
Es un magnífico y elegante campanario-torre de
seis plantas, con decoración lombarda a base de
arcuaciones ciegas y cenefas de dientes de sierra. Destaca
la distinta construcción de estos motivos ornamentales,
puesto que en las plantas inferiores están elaborados
de una mejor factura que los de las plantas superiores.
En las cuatro caras se repiten las mismas oberturas,
ventanas geminadas separadas por un columna en las cinco
plantas superiores, la primera de ellas cuenta con una
obertura sencilla formada por una ventana de arco de
medio punto. El campanario es posterior a la construcción
inicial de la iglesia, posiblemente levantado
a principios o mediados del siglo XIII.
Un porche arqueado de origen alto medieval se levanta
en la fachada norte, abrigando todo el muro desde
el campanario hasta el extremo oriental. Cuatro arcos
dejan el espacio abierto al exterior, encarado al
pequeño cementerio que se ubica en ese lugar.
La puerta de entrada se resguarda en el muro norte,
bajo el porche, abierta bajo un arco de medio punto
sin decoración.
No existe más decoración en el exterior del templo que la existente
en el campanario. La sobriedad y sencillez son predominantes en prácticamente
todos los edificios del valle.
El descendimiento
El descendimiento de Erill la Vall, procedente de esta iglesia,
está compuesto por un total de siete figuras que
corresponden a las representaciones de Cristo, José de
Arimatea y Nicodemo, los dos ladrones (Gestes y Dimes),
la virgen y San Juan Evangelista. Estas dos últimas
imágenes se conservan en el MNAC en Barcelona. El
resto fueron depositadas en el año 1911 en el Museo
Episcopal de VIc, donde aún descansan.(1)
Este conjunto fue descubierto en el año 1907. Fueron
talladas en madera de álamo y alguna aún conserva
restos de policromía original (brazo izquierdo de
Cristo y la túnica y el manto de San Juan), concretamente
el color verde para este segundo.(1)
La indumentaria de las figuras en la habitual en este tipo
de representaciones: María y San Juan llevan túnicas
finas hasta los pies y manto por encima. En el caso de María,
que lleva sobre la cabeza una cofia, el manto consiste en
una especie de casulla con una ancha manga en el lado derecho.
San Juan lleva el manto cruzado, cubriéndole el lado
izquierdo; apoya la cabeza sobre la mano derecha y sujeta
entre el brazo izquierdo y el pecho un libro cerrado (identificándolo
con el evangelista). Juan es la única figura que conserva
los pies, y se aprecia que están situados sobre un
dado de madera, probablemente cada figura descansaría
sobre uno distinto, dado que iría clavado de algún
modo sobre una viga horizontal donde apoyaría toda
la escena.(1)
La figura de Cristo aparece mutilada, le
falta el brazo derecho y los pies desde media espinilla hacia
abajo. Es la figura
central de la obra y la que define al que se ha denominado
como "Taller de Erill" por las características
que le son propias y diferenciables: las trenzas en zig-zag
sobre los hombros, los cabellos bien perfilados y delimitados,
la barba muy bien definida y triangular, las marcas de los
músculos y venas en el antebrazo izquierdo, las cuatro
incisiones horizontales en el esternón, así como
el apéndice xifoideo (extremidad inferior del hueso
esternón) largo, redondeado y acabado en punta roma
, todo lo contrario a la realidad. El pecho es totalmente
plano, al igual que en la talla de Mijaran atribuida también
al Taller de Erill, Quedan marcadas seis costillas en el
lado izquierdo y cuatro en el derecho bajo el pecho. Con
respecto a su vestido, destaca lo detallado del mismo y el
ceñidor, que cuelga en forma de trenza en la parte
central.
Las figuras de José de Arimatea
y Nicodemo están hechas con la mismo estilo, parecen
la misma figura, diferenciadas solo por la posición
de los brazos y el ceñido de sus túnicas.
José, situado en la parte derecha de Cristo, pasa
su brazo izquierdo por detrás de la espalda de
este mientras le sujeta las piernas con el derecho. Nicodemo
retira suavemente el brazo izquierdo de Jesús
mientras sostiene las tenazas con la mano derecha (tenazas
hoy desaparecidas). Las sencillas túnicas se sujetan
mediante ceñidores, el de José con hebilla
perfectamente interpretada, incluso con el detalle del
nudo del sobrante del cinturón, que a modo de
corbata cae correctamente centrado en posición
vertical. Destacar que a los dos les faltas los pies,
como si hubieran sido mutilados de la misma manera, quizá al
ser arrancados de su lugar de ubicación.
Las figuras de los ladrones también merecen su atenta
observación, son también muy parecidas. El
de la izquierda de la escena (visto desde el lado del espectador),
Dimes, le falta un brazo y el de la derecha, Gestes, le falta
el brazo izquierdo y ambos pies. No llevan ni bigote ni barba,
y ambos presentan los ojos vendados. Gestes saca la lengua
y vuelve el rostro en señal de desaprobación
a Jesús, mientras que Dimes inclina la cabeza para
mirarlo. Sus torsos son estructuralmente idénticos
que los de Cristo, y sobre sus rodillas aparecen dos rayas
que simbolizan la rotura de las piernas de ambos.(2)
Fotografías
Bibliografía específica
sobre el lugar:
(1) Catalunya Romànica. Vol. XVI. La
Ribagorça. 1987. Barcelona. Fundació Enciclopèdia
Catalana.
(2) Catalunya Romànica. Vol. XXII. Museu
episcopal de Vic, Museu Diocesà i comarcal de
Solsona. 1987. Barcelona. Fundació Enciclopèdia
Catalana.