CENTENARIO DEL DESFILE
DE LOS PASOS VIVIENTES EN LA SEMANA SANTA DE PADUL
Teresa Berdugo
Villena
Padul, 10 de marzo de 2018
Corría
el año 1918 y se acercaba la época de la
Semana Santa, fecha memorable para el pueblo de Padul,
que tan arraigado tenía el sentimiento religioso
de la Pasión del Señor transmitido y cultivado
de generación en generación.
Según se sabe por tradición, fue entonces,
por esas fechas, cuando el Párroco de Padul, D.
Adrián López Iriarte, supo conectar, alimentar
y orientar una vez más, la fe sencilla de este pueblo
nuestro. El espejo donde mirarse y la guía para
seguir los pasos del Señor en su Pasión,
estaba en el Evangelio; allí se indica el camino
que recorrió desde su oración en el huerto
de los olivos, la flagelación y camino hacia el
Calvario cargado con la cruz, acompañado por su
madre, S. Juan y las Santas mujeres, hasta morir crucificado
y sepultado en el Sepulcro.
D.
Adrián quiso hacer vivo y visible todo ese recorrido
y añadió a los restantes Pasos del Señor
y de la Virgen que ya salían en la procesión
del Entierro de Cristo, una representación viviente
de lo que sucedió en la Pasión completando
los que ya había; desde entonces, procesionan los
siguientes que se mantienen en la actualidad: la Verónica,
la mujer compadecida que enjugó el rostro malherido
de Jesús, está representada desde esta fecha
por una joven paduleña que camina delante del Nazareno.
Las mujeres que lloraban por Él en la calle de la
amargura, van también representadas por tres jóvenes
en el paso de las tres Marías. Y no podía
faltar la personificación en otra joven, de la Virgen
su madre que camina silenciosa detrás de una piadosa
y bella imagen de Cristo yacente; un Cristo muerto, apacible
y sereno, portado en la sábana por cuatro paduleños,
vestidos también a la hebrea, reproduciendo al vivo
a los personajes que intervinieron en el descendimiento
de la cruz: José de Arimatea y Nicodemo que recogieron
y sepultaron el cuerpo de Jesús.
Por último un nutrido grupo de hombres
con la vestimenta apropiada de casco, faldas y calzado
a la usanza de la antigua Roma, encarnan la figura
de los soldados romanos que custodiaban el hermoso
y antiguo Paso del Sepulcro, y bien que cumplen su
misión. Desfilan con energía y elegancia,
enarbolando sus picas y haciéndose paso entre
la muchedumbre que también ahora, se agolpa
a lado y lado del camino, contemplando expectante
el gran misterio de la Pasión del Señor.
En
la actualidad, todos ellos constituyen la Cofradía
de los Pasos Vivientes de Padul. Cien años
se cumplen ahora, desde que D. Adrián López
Iriarte introdujo poco a poco estos pasos vivientes,
para devoción de los fieles, en la solemne
Procesión del Entierro de Cristo en la noche
del Viernes Santo de Padul.