LA FESTIVIDAD DE LA VIRGEN
DEL ROSARIO EN 1882 SEGÚN EL PERIÓDICO “EL
DEFENSOR DE GRANADA”
Manuel Romero
Castillo
Profesor del IES Astaroth en Rota (Cádiz)
Rota, 24 de diciembre de 2016
La
Virgen del Rosario forma parte de la identidad
religiosa
del Valle de Lecrín.
El Rosario, para los pobladores del Valle, es un elemento
fundamental en su ser personal, y no sólo en
su sentido estrictamente religioso. Es algo que acaba
formando parte del “gen” cultural y
espiritual de los pobladores.
Desde la aparición de los templos parroquiales en 1551 y la instalación
de la “triada confraternal”, es decir, la lámpara del Santísimo
(que conecta con la aparición de la cofradía del Santísimo
Sacramento y la eucaristía), el rezo del rosario (y el posterior culto
a la Virgen de la misma advocación), y el culto a los difuntos (sustentado
por la cofradía de las Benditas Ánimas). Desde el momento de la
instalación de cada una de las cofradías se fueron ensanchando
los cauces devocionales por los que se movía el pueblo.
Fruto de esa devoción ha sido la constatación que el medio impreso
granadino, El Defensor de Granada, ha recogido en forma de noticias cortas. En
sus columnas encontramos la descripción que tuvo la fiesta destinada
a la Virgen de octubre.
En
la noticia del día
5 de octubre de 1882 en Chite:
Fiestas
en Chite, con todo el posible explendor, se han
celebrado en aquel pueblo las fiestas
de la Virgen del Rosario. El domingo, el rosario
general
recorrió todas
las calles del pueblo acompañado de una banda de música. Después
se celebró la función en la iglesia, predicando el cura D.
Nicolás
Pérez. Por la tarde se sacó en procesión la imagen de
la Virgen, quemándose varios fuegos. A pesar de que Cónchar
atraviesa una terrible crisis con la perdida de los maíces y otros
frutos, la alegría
y la animación han reinado en los festejos1.
Fotografía de
la sagrada imagen del Rosario de Chite.
Francisco
Garví.
Fotografía
de la sagrada imagen del Rosario de Chite.
Francisco Garví.
El mismo día
fue publicada otra noticia sobre la población
en Cónchar:
Fiesta en Cónchar.
El día 1º se celebró en
aquel pueblo la solemne fiesta del Rosario.
Después de
la función religiosa, en que el digno
párroco
pronunció elocuente sermón alusivo
a la festividad, sacose en procesión
las imágenes de Nuestra Señora
y del apóstol San Pedro, titular de
aquella iglesia, asistiendo las autoridades
y gran número
de fieles. Continúa la novena y rogativa
a la santa Virgen, en súplica de que
la lluvia beneficie los secanos de aquel término2.
Unos días
después, el día 10 de octubre se
informa sobre los acontecimientos devocionales
de Béznar:
Función religiosa
celebrada el domingo, la función de
iglesia que los mayordomos de la Virgen del
Rosario dedican anualmente
a esta venerada imagen, predicando un sermón
muy elocuente el señor cura-párroco.
Por la tarde hubo procesión que estuvo
muy concurrida3.
El día 24 de octubre
se narra lo sucedido en Cozvíjar:
El día 15 celebrose
una función religiosa, en honor de la
Virgen del Rosario, costeada por la cofradía;
el 16 se verificó otra dedicada a la
Virgen de la Cabeza, que costearon los mayordomos.
En
ambas solemnidades predicó el coadjutor
de Padul D. Francisco Cortés y Valencia.
Las dos tardes hubo procesión. Las fiestas
religiosas fueron brillantes4.
En las cuatro noticias apreciamos que se dedica una
función
solemne para conmemorar la festividad centrada en octubre,
mes del rosario, y donde tiene especial relevancia el rezo,
tanto callejero, como particular que deben realizar los
fieles, y que las cofradías rosarianas van a
ir imponiendo entre su cuerpo de hermanos y hermanas.
La
función religiosa es solemne,
acuden a ella todos los eclesiásticos
y personajes importantes de la localidad. Hay
sitios
destinados
a los miembros eminentes de cada pueblo: los
ricos propietarios, la hermandad y las autoridades
del
ayuntamiento (y las militares si las hubiese).
Durante la misma un orador de prestigio realiza
un sermón que dirige a
todos los fieles. Sermón que tiene la función de exaltar el culto
y la devoción a la santa Virgen en su advocación al Rosario
y mover los corazones de los fieles.
Por la tarde se sucede la procesión.
La calle es “tomada” por
los portadores con la imagen al hombro, que realiza un recorrido para santificar
al pueblo, a los moradores, sus ganados y sus campos.
La procesión no sólo es un acto donde se muestra la fe de la población
sino que además cumple una función divina, es decir, mientras procesiona
la sagrada imagen se produce la bendición de la localidad y cuanto en
ella hay.