Manuel Romero
Castillo
Profesor del IES Astaroth en Rota (Cádiz)
Rota, 5 de octubre de 2016
1.- BREVE INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
Sabemos que la palabra Calvario deriva de su denominación
latina calvaria que significa "una calavera".
En griego es kranion y equivale a la original Gólgota.
Hacia el comienzo
del siglo V Rufino habló de "la roca del Gólgota".
Desde el siglo VI se ha usado para designar el Calvario
como una montaña. Los estilos Evangelio se limita
a un "lugar", (Mateo 27:33, Marcos 15:22; Lucas
23:33; Juan 19:17)1. Existen varias teorías sobre
su denominación: sitio de ajusticiamiento con restos
de calaveras, lugar con forma ovalada como un cráneo;
la tradición judía del cráneo de Adán
brotó el árbol donde seria crucificado Jesús.
Los cuatro evangelistas ofrecen una referencia sobre el
sitio donde Jesús murió ajusticiado en la
cruz:
San Mateo
27:33: "Llegaron al sitio llamado Gólgota,
que quiere decir lugar de la calavera".
San
Marcos 15:22: "Le llevaron al lugar del
Gólgota,
que quiere decir lugar de la calavera".
San Lucas
22:33: "Cuando llegaron al lugar
llamado Calvario, le crucificaron allí".
San Juan
19:16-17: "Tomaron, pues, a Jesús,
que, llevando su cruz, salió al sitio
llamado Calvario, que en hebreo se dice Gólgota”.
2.- SANTA HELENA
La madre del emperador Constantino fue a Tierra Santa para
visitar los Santos Lugares y a localizar la cruz donde
murió Jesucristo, buscó partiendo del Monte
Calvario. Se encontró con el madero de forma milagrosa,
buena cuenta de ello dan los cuadros que el italiano
Pierro della Francesca entre 1452 y 1466 realizó para
la franciscana Capilla Bacci para de Arezzo.
La tradición dice, según la leyenda medieval,
que el árbol sobre el que murió Jesús
fue nació sobre la tumba de Adán, más
tarde el rey Salomón empleó su madera para
la construcción en su templo dedicado a Dios, tras
ser destruido el leño acabó sirviendo para
crucificar a Jesús. Toda esta leyenda es pintada
por Pierro y conocida por toda la cristiandad, difundida
en estampas y relatos.
Santa Helena dio comienzo a la tradición del Lignun
Crucis, el madero fue repartido por toda la cristiandad.
Comienza así el culto a la cruz.
Obra de Pierro della Francesca.
El culto a la Santa Cruz se basó en oraciones
piadosas. Un ejemplo lo tenemos en Valencia, en esta
tierra encontramos
diversas oraciones como la de Almusafes2 o de Argelita.
Un fragmento de esta oración dice así:
Para
obrar la Redención/ os eligió el Criador:/
Sednos Cruz en este suelo/ ángel, guía
y defensor./ En ese madero santo/ enclavado fue el
Señor
/ y fue tan grande el dolor/ que a todos nos causa
llanto;/ cubridnos con vuestro santo manto/ Santa Cruz
del Redentor3.
También existen las oraciones a la Cruz de Caravaca
radicada en Murcia.
3.- SAN FRANCISCO ALTER CHRISTUS
San Francisco de Asís (1182-1226) fue quien renovó la
mística que sobre Jesús existía.
Hasta que el pobrecillo de Asís no apareció apenas
se tenía devoción a los dolores de Cristo,
pues dominaba la imagen del crucificado-rey-juez del
Románico
y del año 1000.
Francisco J. Castro Miramontes ha dedicado su obra de 2008 “Alter
Christus” a analizar la figura de San Francisco desde
una perspectiva novedosa. Pero sigue teniendo un valor
fundamental para la mística y para la nueva sensibilidad
religiosa su obra, su visión de la Pasión
de Jesucristo.
La Pasión de Jesús es el esqueleto en que
se sustentan las enseñanzas franciscanas, sobre
todo, por el amor que se tiene el crucificado. Fray Anselmo
Maliaño dice que:
La
experiencia personal de Francisco, nos muestra claramente
a un hombre que
arriesgó toda su vida en la búsqueda
radical de Dios, para luego ser un amante de Dios,
de la humanidad y de la creación, para vivirla
a plenitud4.
El mismo autor sigue explicando que:
Francisco emprende un itinerario interior en el deseo
más profundo de
identificarse con la pasión de Cristo, esto es: “compartir con él
su pasión” (2Cel 127) y su mayor deseo era que “ardía
sobremanera del deseo del santo martirio” (1Cel 55). Este deseo fecundo
no es más que un amor a corresponder, así lo expresa el santo: “Para
corresponder con igual amor al amor de Cristo que murió por nosotros
y provocar a todos el amor divino” (LM 9,5). Aunque Francisco no logró el
martirio, pudo vivir en sí el mismo dolor de la pasión que se
prolongó por dos años (1224-1226), este don revelado y expresado
en las llagas que lo configuró con Cristo crucificado, nos ayuda a comprender
la absoluta adhesión a la persona de Jesús.
La Pasión
de Cristo termina en el Monte Calvario, es ahí donde
desembocan los relatos evangélicos y donde San
Francisco nos lleva con el ejemplo de su vida. También
otros místicos han querido que el fiel se encuentre
con Jesús sufriente, como Santa Clara o San Juan
de la Cruz o Santa Teresa de Jesús.
La Iglesia aprovechó ese momento de dolor para
realizar prédicas que incidiesen sobre el espíritu
de sus oyentes y se provocase la conversión de
la vida pecaminosa en vida agradable a Dios.
La celebración del Concilio de Trento, la contrarreforma
y el momento estético del Barroco terminaron por
poner en el espíritu de la gente y en la calle
modelos escultóricos cargados de dolor.
Pintura cusqueña. Anónima.
4.- EL CALVARIO DE LA VILLA DE PADUL
El visitante que pasea por la antigua calzada que unía
la población con Dúrcal se encuentra un
monumento pétreo de tres cruces.
En la basa que
de la cruz de Jesús aparece la siguiente inscripción:
A
honra y gloria de nuestro Señor y de su Bendita
Madre se acabó este Calbario (sic), año
1.7005.
Francisco Molina ha recogido la tradición sobre
esta piadosa obra. Esta es la inscripción que
reza desde hace 306 años en este lugar, entonces
solitario y a las afueras del pueblo. Y sigue diciendo
el autor:
Hace unos pocos años no estaban las cruces alineadas,
la del ladrón de la izquierda se estaba inclinando
peligrosamente. Se desmontó y aseguró su
base, y así tal como la ves, airea preciosa.se
aprovecho para embellecer aún más el
lugar con sillares de nuestras canteras.
Al
pasar por aquí la procesión del Viernes
Santo, el entierro. Desde antaño existe en nuestro
pueblo la costumbre de acercarse a esa hora y día
a la Iglesia a rezar tres credos en recuerdo de la muerte
del Señor.