Demos
sentido a estos actos que comienzan, meditemos, reflexionemos.
Metámonos en el papel correspondiente. ¿En
qué papel me corresponde estar? ¿Cómo
está mi vida? ¿Cómo está nuestra
vida está preparada, para vivir intensamente la
semana santa?
Hoy, lunes santo, le toca el turno al
olfato. La casa en la que habita Jesús, que es la
casa de sus amigos de Betania, se llena de la fragancia
del perfume. No se trata de una colonia barata comprada
en un "todo a cien", sino de "un perfume
de nardo, auténtico y costoso". Sólo
el amor puede producir este derroche de belleza, porque
sólo el amor sabe ir a lo esencial, a ese centro
en el que la verdad, la bondad y la belleza se manifiestan
unidas. Judas es un periférico, anda por los márgenes.
Cree que da el do de pecho porque exhibe una actitud calculadora
y un aparente interés por los pobres. Hace el ridículo.
Está en otra onda. Sólo María de Betania,
la que había escogido la mejor parte, sabe "lo
que toca hacer" en este momento, es una experta en
ir al centro del misterio. Por eso encuentra el símbolo
adecuado en los días previos a la muerte de Jesús.
María le dice que lo quiere, antes de que sea tarde
y sólo quede tiempo para las lamentaciones. Ella
no es una embalsamadora de muertos sino una perfumadora
de vivos. Está perfumando al Jesús que, en
su corazón, ya ha resucitado antes de morir. Por
eso, la casa se llena de la fragancia de la vida.
¿Cómo huele la fe que hoy
vivimos? ¿Huele a recinto cerrado, húmedo,
miserable? ¿O huele al nardo de la libertad, de
la alegría, de la entrega? En el primer caso, nuestro
santo patrón es Judas. En el segundo, formamos familia
con María de Betania. Perfumar al Jesús que
vive hoy es una de las dimensiones más refrescantes
de nuestra fe.
María unge los pies de Jesús
y los seca con sus cabellos, porque cree que es lo que
debe hacer. Es una acción tintada de espléndida
magnanimidad: lo hizo «tomando una libra de perfume
de nardo puro, muy caro» (Jn 12,3). Es un acto de
amor y, como todo acto de amor, difícil de entender
por aquellos que no lo comparten. Creo que, a partir de
aquel momento, María entendió lo que siglos
más tarde escribiría san Agustín: «Quizá en
esta tierra los pies del Señor todavía están
necesitados. Pues, ¿de quién, fuera de sus
miembros, dijo: ‘Todo lo que hagáis a uno
de estos pequeños... me lo hacéis a mí?
Vosotros gastáis aquello que os sobra, pero habéis
hecho lo que es de agradecer para mis pies’».
La protesta de Judas no tiene ninguna
utilidad, sólo le lleva a la traición. La
acción de María la lleva a amar más
a su Señor y, como consecuencia, a amar más
a los “pies” de Cristo que hay en este mundo.
Hagamos de nuestra vida, una vida digna,
de Amor, comprensión, Amándonos unos a otros,
intentando ayudar al hermano, o al más necesitado.
Colaborando con los más pobres. Dar consejo al que
lo necesite. Especialmente estemos unidos con aquellas
personas que nos han hecho daño, recemos por ellos/as.
Si se puede acercarse a ellas.
Vivir la religión a rajatabla no
es fácil, pero tan poco difícil, con un poquillo
de esmero, de esfuerzo todo se logra. Hagan sacrificios.
Recen el Santo Rosario, más oración, oración
y oración. “Hagan cosas que cueste.”Imitemos
a Jesús Seguirle, y demos buen ejemplo.
Pidámosle a Jesús en esta
mañana tan buena tan alegre tan de gozo que nos
haga comprender los actos que vamos a celebrar en este
tiempo. Y que nos haga ver con claridad el significado
de la muerte ya que el padeció y pasó por
allí “Es un misterio que nunca comprenderemos
pero que a lo largo de los tiempos el día en que
nos toque a nosotros hacerlo, pienso que lo comprenderemos
cuando pasemos como el está pasando.” Ó que
el pasó”
Amemos la Cruz, respetémosla, y
si vienen contradicciones aceptémosla, darnos fuerza,
fuerza para poder llevar esa CRUZ, como la llevaste TÚ.
Destacaría que tenemos que vencer
las tentaciones que se nos presente, que no seamos judas
imitemos a Cristo con su obras sus hechos. Demos un paso
hacia adelante y lo que hagamos hagámoslo en silencio
sin que nadie sepa lo que haces. Que veamos la luz que
ilumina todo nuestro ser, respetar cada día lo que
tú nos dices imitad las cosas buenas y desechar
lo malo.
Es el momento dramático que tendrá el momento máximo el
Viernes Santo, y que empieza hoy. Siempre es de noche cuando uno se aleja del
que es «Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero». El pecador
es el que vuelve la espalda al Señor para ser egoísta. San Agustín
describe el pecado como «un amor a sí mismo hasta el desprecio
de Dios». Una traición, un no querer depender de Dios, “no
tener necesidad del amor eterno, sino que deseamos dominar nuestra vida por
nosotros mismos» (Benedicto XVI).
Cuando uno vuelve a Dios por medio del
sacramento de la penitencia “se confiesa”,
una vez que vuelve a Dios, queda uno más tranquilo,
más sereno, y da un respiro eso es un regalo que
Dios nos hace a cada uno de nosotros cuando nos confesamos
y volvemos a Él, al menos a mi me pasa esto. Volvamos
a Él y no le demos la espalda no lo traicionemos.
Nos da pena que el Evangelio de la Misa
termine con el anuncio de que los Apóstoles dejarían
solo a Cristo durante la Pasión. A Simón
Pedro que, lleno de presunción, afirmaba: yo daré mi
vida por ti, el Señor respondió: ¿conque
tú darás mi vida por mí? Yo te aseguro
que no cantará el gallo, antes de que me hayas negado
tres veces.
Pongámonos en el papel de hoy si
Jesús nos preguntase ¿Darías tú la
vida por Mi? “Que le contestaríamos. Que cada
uno se lo piense en silencio y medite.
Estos dos días martes y miércoles
son días de silencio, días en que Jesús
te pone a prueba, pues aceptémosle, no lo traicionemos
amemos aceptemos la Palabra de Dios.
Muchas veces nos pasan cosas que nos gustan
y culpamos a Dios, porque Dios me hace esto, ó me
hace aquello, y no nos gusta porque parece que no es bueno,
pero Dios sabe lo que a cada uno de nosotros nos conviene
y nos lo da por nuestro bien; y él porque nos lo
da Hoy día 16 de abril de 2014 pienso mucho en estos
actos tan importantes que comenzamos ¿Le damos sentido,
valor importancia a los actos como son el Jueves Santo
y el Viernes santo? O la semana santa la tomamos de folclore,
de fiesta y no valoramos lo que en si es. Tomemos conciencia
meditemos más y saquémosle partida. La Semana
Mayor no consiste en ir a procesiones ver grandes tronos
cual es el mejor etc.
La semana santa para un cristiano consiste
en visitar al santísimo sacramentado, ir a los oficios
del Jueves santo y Viernes santo ;pensar bien el significado
que tiene cada uno ir a la adoración confesarse,
comulgar, hacer buenas obras de caridad, dar al que verdaderamente
lo necesita. Procurad tener el alma limpia, y no traicionar
a Jesús como hizo Judas, seamos conscientes de lo
que somos conozcámonos nosotros mismos, y seamos
libres. Libertad=Cristiano, seguir los pasos de Jesús,
estar en lleno con EL. Postrémonos, defendámosle
a Él.
En vísperas de su muerte, el rostro
de Jesús resume la entera trayectoria de su vida
terrena: sus largos años de laboratorio nazareno
y sus pocos meses o años de itinerancia misionera
por tierras de Galilea y de Jerusalén.
¿Cómo veían el rostro
de Jesús sus discípulos cuando le preguntaban,
uno tras otro, incluido Judas, la pregunta del millón: "¿Soy
yo acaso, Señor?". ¿Verían preocupación,
rabia, frustración, derrota? ¿O verían
un rostro luminoso, sobrecargado de amor en cada una de
sus millones de células?
"Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro". Esta es la súplica
que brota en un día como hoy en el que millones
de personas se ponen en camino hacia los lugares donde
van a pasar los días del triduo sacro.
¿Se puede vivir el triduo sacro
estando de vacaciones? ¿Se ha convertido la Semana
Santa en un simple período vacacional, salpicado
con algún rito folclórico religioso a modo
de relleno para tranquilizar la conciencia? Quizá podemos
responder con sencillez. Se puede vivir el triduo sacro
en cualquier lugar... con tal de que no tengamos miedo
a buscar y contemplar el rostro de Cristo.
JUEVES SANTO
El jueves Santo es un día grande
para un cristiano, Jesús se queda con nosotros en
la Institución de la EUCARISTIA, es un misterio,
al mismo tiempo es el día del Amor Fraterno. Jesús
se manifiesta AMOR, y nos lo da nos lo demuestra; sirve
a los demás, el significado del lavatorio de los
pies es eso servir rebajarse a los demás. Jesús
se rebaja para lavarle los pies a sus discípulos.
Finalizado el plazo de servir de Amar
a los demás de estar con sus amigos se retira, se
retira a un sitio con sus amigos a descansar pero Él
sabiendo lo que le iba a pasar, a padecer se queda en silencio
hacer ORACIÓN.
Señor Jesús que sepamos
nosotros ponernos en silencio y en ORACIÓN, que
no cometamos la torpeza por flojera de no ponernos en oración “Hablar
con Dios”. Y que aceptemos siempre la voluntad del
Padre.
Podemos vivir este Viernes Santo de muchas
maneras. Os invito a vivirlo al lado de María. Me
resultan muy luminosas las palabras de Juan que leemos
hoy en el relato de la pasión y que tantas veces
han sido musicalizadas: "Stabat mater iuxta crucem".
La madre de Jesús permanecía en pie junto
a la cruz.
¿Cómo se percibe el misterio
de la muerte de Jesús estando de pie al lado de
la madre? Esta perspectiva mariana del Viernes Santo es "otra
cosa". Dediquémosle tiempo, mucho tiempo. Y
pocas palabras. Ojos abiertos y corazón sencillo.
Entonces el misterio entrará en nuestra casa.
El Sábado Santo (denominado hasta
la reforma litúrgica de1955 Sábado de Gloria)
es el nombre que algunas denominaciones cristianas dan
al sábado de la semana del primer plenilunio de
primavera (boreal). Es el tercer día del Triduo
Pascual, que concluye con las segundas Vísperas
del Domingo de Resurrección culminando así para
los cristianos la Semana Santa. Tras conmemorar el día
anterior la muerte de Cristo en la Cruz, se espera el momento
de la Resurrección. Es la conmemoración de
Jesús en el sepulcro y su Descenso al Abismo. Una
vez ha anochecido, tiene lugar la principal celebración
cristiana del año: la Vigilia Pascual.
Es un día un tanto especial porque
aún todo queda en silencio, el silencio sirve también
para meditar, reflexionar. Jesús está en
el sepulcro aún muerto día de luto. Tiempo
de tristeza, una tristeza algo peculiar porque va avanzando
la tristeza, el silencio, hasta que rompe, esa tristeza
y se convierte en alegría, alegría porque
resucita, porque él está aquí presente
en cada uno de nosotros ALELUYA ha resucitado, está vivo.
Celebremos pues la siguiente fiesta que es la Pascua.
Estamos en vigilia, esta noche no queremos
dormir, porque queremos ver esta luz que convierte la noche
en madrugada, queremos ver al que ha vencido a la muerte.
En esta celebración tenemos que
estar alegres, iluminarnos por la LUZ., la Luz es Cristo.
Cuando uno entra en un cuarto a oscuras intenta apoyarse
para no caerse, e intenta ver pero está oscuro y
no se ve, sin embargo cuando hay luz nos apoyamos a la
luz vemos más todo se ve muy claro, pues bien que
veamos con la LUZ de Cristo, y que Cristo siga en nuestras
vidas, no nos apaguemos de esa Luz. Tenemos que estar alegres,
alegres porque Jesús está presente, Jesús
está en nosotros que siga en nuestras vidas, dentro
de nosotros. Viva Jesús Resucitado.
Queremos también escuchar la Palabra
que Dios nos dirige. La luz de la Resurrección de
Jesucristo es la respuesta definitiva de Dios a todas las
súplicas y a todas las peticiones que los hombres
le han dirigido a lo largo de toda la historia. Al escuchar
esta noche la liturgia de la Palabra se ha desplegado ante
nosotros la entera historia de salvación desde la
creación del mundo. Se trata de la misma historia
de la humanidad pero vista desde Dios. Un Dios que crea
el mundo por amor y lo ha hecho todo bien, como canta el
estribillo de la primera lectura. O, como dice el libro
de la Sabiduría: «Porque Dios no ha hecho
la muerte ni se complace en la perdición de los
vivientes.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Hoy nos invita a meditar sobre la propia
fe, tal vez muerta, adormecida, o inmadura, en todo caso
siempre necesitada de nuevos impulsos. Desilusiones, experiencias
vitales, incomprensiones, han podido debilitar nuestra
fe, o nos han llevado a alejarnos (volver a Emaús),
alejarnos de Jerusalén, olvidarnos de Galilea. Puede
ser que nos parezca que la fe fue una hermosa ilusión
de juventud, pero que los acontecimientos de la vida nos
han enseñado que eso en lo que esperábamos
ha sido frustrado por el chato realismo de la vida.
El mensaje de la Pascua nos dice que,
pese a los muchos signos de muerte, es posible “comprender
las Escrituras” (pero hay que escucharlas, Jesús
nos las explica), “partir el pan” (pero hay
que compartirlo allí donde Jesús lo parte
para nosotros), “ver” a Jesús y creer
en Él, que camina con nosotros a pesar de que nuestros
ojos ofuscados no sean capaces de reconocerle. Y eso es
posible ¡porque está vivo! María Magdalena,
el discípulo amado, Pedro, miles de generaciones
de cristianos nos han transmitido la posibilidad de hacer
también nosotros esta experiencia vida.
Hemos estado viviendo la Semana Santa
y hoy domingo de Resurrección Dios se nos hace presente;
ha resucitado se nos hace participes de una forma especial.,
ha salido a la Luz, ser de Cristo, Vivamos con Cristo,
siguiendo su línea, algún día resucitaremos
con Él.
Cristo ha venido, mantengámonos en alerta, reflexionando esta fiesta,
Renovémonos para la otra vida, para resucitar con Él.
No tengáis miedo de las cosas negativas.
Tenemos miedo de la sorpresa de Dios. Él nos sorprende
siempre. A menudo estamos cansados, tristes no nos encerremos
en nosotros mismos, no hay pecados que Cristo no pueda
perdonar....las mujeres encuentran la tumba vacía.
Jesús entra en nuestra vida, nos
acogerá con los brazos abiertos; confiemos en Él.
"LA
MUERTE Y LA VIDA SE ENFRENTARON EN UN DUELO ADMIRABLE: ¡EL
REY DE LA VIDA ESTUVO MUERTO, Y AHORA VIVE! Dinos María
Magdalena, ¿Que viste en el camino?: He visto
el Sepulcro del Cristo viviente, y la Gloria del Señor
Resucitado. He visto a los ángeles, testigos del
Milagro, he visto el Sudario y las vestiduras. HA RESUCITADO
CRISTO MI ESPERANZA!" (DE LA SECUENCIA DE LA LITURGIA
DEL DOMINGO DE PASCUA)