IGLESIA,
MUJER Y HERMANDADES: LA TRANSUSTANCIACIÓN DE LA FE
Manuel Romero Castillo
Albuñuelas, mayo 2008
Quisiera con el presente artículo intentar
explicar algo que desde que tengo uso de razón me llamo
bastante la atención, la FE, no pretendo inferir en el
campo teológico sino dar una visión complementaria.
Es interesante ahondar en este término porque no solo
compete a la Iglesia explicarlo e investigar sino que desde el
campo de la Historia de las Mentalidades, al cual me adscribo,
es interesante observar como este fenómeno desborda los
parámetros de la comprensión humana para hacer
una obra totalmente inimaginable, se entra entonces en un campo
donde entre la sugestión y la fascinación se llega
a conseguir una expresividad que roza la unión con el
creador.
Para comprender mejor el término partiré de una
introducción, seguido de tres puntos fundamentales, son
los tres pilares en los que apoyarse y que vienen explicitados
en el título del artículo, una conclusión
y una bibliografía. Además usare ejemplos que se
dan en el pueblo de Albuñuelas, por ser el centro de mi
investigación histórica.
INTRODUCCIÓN
¿Qué es la fe? Seguramente casi todos nos planteamos
alguna vez a lo largo de nuestra vida esta pregunta, no es tan
fácil de responder, pues no es algo que se vea o que se
mida o pese, al ser algo insustancial es algo complicado de acotar,
porque si existe ¿Dónde empieza y donde acaba la
fe? O ¿Quién puede hacer crecer la fe?, parecerá que
son preguntas algo dificiles de contestar pero si lo pensamos fríamente
no lo son.
Para intentar acercarnos al término es necesario empezar
acudiendo a las definiciones que existen, por ejemplo la que encontramos
en el RAE , dice que para el ámbito religioso es la primera
de las tres virtudes teologales: luz y conocimiento sobrenatural
con que sin ver se cree lo que Dios dice u la Iglesia propone.
También puede ser un conjunto de creencias de alguien, de
un grupo o de una multitud de personas. Es una primera piedra de
toque al concepto que intentamos desentrañar.
Esteban Fresno explica que la palabra fe proviene del latín
fides, que significa creer. Fe es aceptar la palabra de otro,
entendiéndola y confiando que es honesto y por lo tanto
que su palabra es veraz. El motivo básico de toda fe es
la autoridad (el derecho de ser creído) de aquel a quien
se cree. Este reconocimiento de autoridad ocurre cuando se acepta
que el o ella tiene conocimiento sobre lo que dice y posee integridad
de manera que no engaña.
Quien mejor ha definido la fe es Rodríguez Santidrián
, dice que se puede apreciar a dos niveles:
1.- En sentido popular y filosófico, donde en el uso popular
la fe es un sentimiento de adhesión y una actitud de confianza
y entrega a un ser superior o una doctrina religiosa. Sentimiento
y actitud que, por otra parte, aparecen en las relaciones humanas;
por traslación, significa el conjunto de cosas en las que
se cree y acepta: ideas, programas, personas en las que no se tiene
experiencia directa o indirecta; desde la filosofía, es
toda convicción moral y religiosa que no se puede fundamentar
en un razonamiento y que, por tanto, es un postulado o un sentimiento
sin base racional.
2.- En el ámbito de las religiones, donde la fe se entiende
como natural o sobrenatural.
Para la iglesia la fe es lo mas importante, no sólo por
la cantidad de escritos que ha generado a lo largo del tiempo para
intentar comprender este concepto sino porque su catecismo así lo
refleja, si vemos todo el volumen dedicado a el se aprecia que
es muy importante pues al tener fe es a partir de donde se empieza
a construir todo el edificio de la persona cristiana, sin ella,
será persona pero no tendrá ese motor divino.
1.- LA FE DE LA IGLESIA
Es cierto que la primera que nos da la fe es la iglesia, pues ¿que
mas prueba de FE hay que aceptar todo lo que la Biblia dice que
paso sin nosotros haber presenciado nada de lo que narra?, pero
no solo por eso tenemos fe, también la tenemos por el mensaje
que nos transmite, FE en una vida mejor que por el amor se debe
conseguir. También los santos han hablado bastante sobre ésta
en sus obras y dando ejemplo.
Pero la iglesia no llega, te da un toque y dice tendrás
fe, no, es por un contacto permanente donde te va entregando esa
fe a través de los sentidos, la vista, el oído, el
tacto, el olfato y el gusto que jugarán un papel esencial.
LA VISTA
La Iglesia es mucho más que un lugar de reunión
de los creyentes que profesan la fe cristológica, se ve
desbordada por su misión a lo largo del devenir histórico,
así se ha dotado de los medios que había a su alcance
para proyectar este mensaje, para ello nada mejor que hacerlo visualmente.
Es desde la perspectiva artística desde la cual la fe mejor
se transmite, pues el vehículo más fácil de
llegar a la persona.
Los estilos artísticos que se han sucedido han ido dejando
su huella en el mensaje salvador que transmitía, en el periodo
paleocristiano se aprecian las primeras referencias a la fe que
nace; en el Románico el Apocalipsis fue quien guió a
la gente, durante el Gótico este mensaje se suavizo e hizo
entrar a los santos como guías hacia Dios, además
se tomo con fuente de inspiración el Antiguo, Nuevo Testamento
y los Evangelios (sinópticos y apócrifos), pero será en
el Renacimiento donde se muestre el esplendor de estas fuentes
de inspiración bíblica, así mismo en con el
Barroco dominara la exaltación que conduzca a la iglesia
que peregrina, milita y goza.
Es por tanto el campo
artístico quien recoge el mensaje
salvador y lo ofrece desmenuzado a través de la arquitectura,
la escultura y la pintura, serán los tres medios mas
fáciles de utilizar para difundir a las gentes de
todos los países la misión que tiene en su
seno esta institución. Serán también
los artistas los que intentan plasmar este mensaje a través
del trabajo de sus manos para que llegue todo el sentimiento
necesario para conmover, para que transmita la visión
que se tiene del mundo celestial.
También juega un importante papel la obra escrita,
también será arte al estar dentro de los tres
medios de difusión, pues el libro se miniara, será vehículo
de difusión con la imprenta y podrá ser adquirido
por la gente.
EL OIDO
No solamente por el ojo entran las cosas, también lo que
se escucha ayuda a comprender mejor lo que tenemos delante, no
en vano en la celebración eucarística es en si misma
toda hablada, y el sacerdote tiene el papel fundamental de ser
el transmisor del mensaje evangélico.
Es la predicación el
principal medio del que se vale para llegar a formarnos,
pero no es el único sitio, pues durante la catequesis
también se charla, además de escribir, o durante
la preparación para la confirmación o durante
los cursos pre-matrimoniales, etc., en todos estos eventos
se habla pero no sólo aquí, también
hay ocasiones informales, si organiza algún evento
extra como una cena del hambre, vigila, etc.
También se expresa a través
de cantos, es como se percibe esa pasión que tiene la persona
que lanza la voz para realzar el acto que se tenga. Es turbador,
casi espeluznante, una saeta llena de sentimiento, nos hace temblar
todo el cuerpo, pero a la vez consigue llenarnos y llegarnos a
lo mas hondo consiguiendo que mientras se haga sintamos esa pasion
de Cristo casi vivida a su paso. O los cantos que se le hacen a
San Sebastián, es curioso como un canto llega a emocionar
por la entonación que se le da.
EL TACTO
La fe se puede tocar, acudiendo de nuevo al
campo del arte, tenemos representaciones que la prefiguran
como una mujer con una venda que le tapa la vista, recordando
el pasaje evangélico de la duda de santo Tomas, en
donde se exhorta a ser dichoso quien crea sin ver.
Estas representaciones se encuentran en las iglesias, en
Albuñuelas además se ve cuando en la madrugada
del jueves al viernes santo se pone una urna, decorada con
dicha imagen. Volviendo al campo del arte la pintura más
famosa donde se puede apreciar es en el Trono de Santo Domingo.
EL OLFATO
La fe la podemos oler sobre todo en Semana Santa y en Navidad,
pero también en los periodos festivos importantes. Parecerá que
digo una barbaridad pero nada más lejos de la realidad,
en las fiestas grandes es cuando más se aprecia la fe, sobre
todo porque toda la iglesia o la calle cambia por completo.
En Semana Santa, el olor a incienso, es quien va marcando el camino
que será seguido por la cera que se quema, pero también
el óleo que se te impone en la unción de enfermos,
la ceniza, o las flores del mes de mayo, o las que se le obsequian
durante la fiesta de agosto a Nuestra Señora de las angustias,
o para la candelaria, con las piras de leña y por supuesto
el día del Señor, cuando todo el pueblo se engalana,
las fachadas se visten de preciosas colchas antiguas y modernas,
con mantones, además de piezas de cobre. La calle se llena
de flores, macetas, y un camino verde de cola de caballo, donde
también hay gayomba, pétalos de rosas, plantas aromáticas,
etc.
EL GUSTO
La fe se come de
dos formas, la primera al asistir a la eucaristía,
tomas el cuerpo de Cristo, es en realidad fe en la promesa
lo que estas tomando, pues la aceptas y esperas que se cumpla.
Además se degusta por compromiso con
alguna imagen, es indudable que las que se procesionan son
las que te llegan a conmover para que aceptes la propuesta
divina que consigues ver por un instante en la talla, este
ver es lo que te llama poderosamente la atención y
llega a ser un preferencia por esa talla, ya que te ha transmitido
algo que no es precisable en palabras porque llega antes
al corazón que al cerebro.
Es imposible no sentirse impresionado al ver
a la persona que camina descalza detrás de la imagen
del santo o que hace alguna acción que se sale fuera
de lo preestablecido y que “choca” pues no es “normal” que
se pueda dar, además esto constituye una prueba de
fe pública, que curiosamente es también mas
mostrada por la mujer que por los hombres.
En los tiempos que vivimos parece que la fe debe quedar únicamente
relegada para la iglesia, es decir, para vivirla dentro de
ella y que no salga nada, sin embargo, no es cierto pues
tenemos pruebas fehacientes de que se usa más veces
y que impregna a la sociedad más de lo que podemos
sospechar.
2.- LA FE DE LAS MUJERES
La Iglesia no es la única que posee la fe, la mujer, instruida
por la Iglesia ha conseguido por otros medios propios o por ajenos,
como la devoción popular, ensanchar esa primigenia fe y
es quien la sigue transmitiendo a la siguiente generación
vía hija, en la mayoría de los casos, para que no
se pierda. Parecerá que excluyo al hombre de la tarea transmisora,
pero es curioso observar en un pueblo, donde las costumbres son
mas “puras” cómo la mujer es quien desempeña
la función preponderante en este campo.
Valgan como ejemplos dos días significativos,
que son el 1 y 2 de noviembre, la mujer es quien se encarga
de reunir a la familia para ir a velar por el cuidado de la
tumba, se aprecia al verlas cuidar con mimo las sepulturas,
al verlas orar ante ellas, al estar contemplando cómo
instruye a la hija en todo lo que competa a esa tarea; pero
no sólo estos días muestra la fe, también
la posee en forma de oraciones, antaño era típico
recitar un versos las niñas en la primera comunión,
es curioso que a pesar de los años que hace se acuerden
la mayoría de lo que dijeron siendo pequeñas.
También una extensa gama de oraciones piadosas, que fueron
enseñadas de viva voz por su madre o abuelas, por eso no
se han perdido y que son reflejo de esa tradición que también
tiene leyendas y hechos asombrosos, entrando entonces en la devoción
por milagro, cosa que también potencia la fe, pero eso entra
dentro de las hermandades.
La mujer a parte de tener este papel preponderante como transmisora
de las prácticas piadosas y como sembradora de la fe también
consigue generar su propia fe en compañía de otras
mujeres, es el mismo contacto que hacen los fieles con la iglesia
por el cual aprenden a tener fe, así las mujeres hablan
sobre sus experiencias personales entre ellas, están compartiendo
la fe y eso ayuda a reforzar ese germen.
La mujer al igual que la Iglesia usa los sentidos para aprehender
esa fe y poder transmitirla a su vez, la vista y el oído:
se fomenta al ver a su madre o abuela o tías rezando, y
escuchando lo que dicen; además se asocia de pequeños
las grandes celebraciones festivas con algún evento culinario:
las tortas de la virgen, la rosca de San Juan, los mantecados y
roscos de almendra de la Navidad, las rosquillas de San Sebastián,
los buñuelos y torrijas para Semana Santa, etc.; el gusto
y olfato son importantes al ser el primer sentido por el que notamos
que algo nuevo hay en el ambiente, todo el preparativo que se lleva
a cabo para disfrutar alguna de las fiestas religiosas era indicativo
de la ruptura del tiempo campesino; el tacto se aprecia por los
objetos que se llevan, el rosario, era fundamental llevar uno,
al igual que un crucifijo o alguna medallita, sobre todo para la
comunión era cuando se le regalaba a la niña y son
bastantes los testimonios fotográficos donde aparecen con
su medalla de la virgen.
Unido a las prácticas devocionales se pueden ver cómo
en Semana Santa toda mujer que por necesidad u otra motivación
hace una promesa, es decir, va detrás de la imagen del
Nazareno, imagen que en sí misma lleva gran carga emotiva,
y que aumenta cuando sale a la procesión, descalza en
actitud de penitente no anónima, siguiendo todo el recorrido
vela en mano el trazado procesional. Este ir es símbolo
del pacto que se establece con la representación tan
esmerada de Jesucristo en ese momento de agonía y que
conlleva la “promesa” de lo que se pida, es la
FE quien aquí juega un papel fundamental en una doble
vía:
Por un lado, en la imagen que recrea el sufrimiento del Hijo
de Dios, no sólo por la factura de la imagen sino por todo
lo que su devoción conlleva, se puede apreciar que las oraciones
que se le han dedicado, como su novena recogida aquí y otras
mas, llevan ese tinte de meterse en la piel del hombre que sufre
y que te reclama cuando lo estas viviendo, “es que es tan
real”, “te observa”, son frases que se escuchan
a las personas que lo contemplan en su camarín o en
la calle.
Por otro de la mujer que lo acompaña que entra dentro
de ese camino de pasión para intentar después “beneficiarse”.
También se observa a mujeres que visten “hábito”,
no de las órdenes religiosas sino que imitan al Nazareno.
Esta imagen tiene es de gran devoción en la localidad, es
una fuente inagotable de “sorpresas” para estudiar
y que se están poco a poco acotando, pues un poco enlazando
con la “promesa”, si preguntamos a las que la realizan
o se visten o lo contemplan o le rezan, tras hablar con ellas te
das cuenta que te hablan de corazón, con FE VIVA de él,
que mas que una imagen muy bien trabajada es algo mas, y que entre
el plano el personal, el místico y el sentimental, se realiza
una unión que da como fruto esa devoción que pasa
de generación en generación.
Pero no sólo por las imágenes grandes se obtiene
la devoción, no, también era una práctica
usual ir de casa en casa con la virgen pequeña encerrada
en una urna y hacerle la oración correspondiente; también
hay estatuas repartidas por todas las casas de la localidad que
eran otra fuente de inspiración para que esa fe se fuera
acrecentando.
3.- LA FE DE LAS COFRADÍAS
Así mismo esta fe tiene su plasmación en la devoción,
la práctica piadosa no obligatoria que intenta sacar esa
fe a la escena pública, pues hasta ahora la fe está guardada
personalmente y sólo “se ve” en la iglesia y
en la mujer. La devoción nos lleva a la tercera palabra
de este articulo, las hermandades son otro punto fundamental en
la obtención de la fe, incluso se puede decir que hoy por
hoy superan a la Iglesia, pues con la aversión que se tiene últimamente
a la iglesia católica se están convirtiendo en el
primer foco de fe.
A una hermandad en primer lugar se entra por fe, FE a la imagen/
imágenes que nos conmueve; en segundo lugar, se establecen
unos lazos de fraternidad en la fe, al compartir una misma “meta”,
la devoción entre hermanos; en tercer lugar, supone un foco
vivo de fe, pues al estar la gente en contacto con la imagen, con
gente que vive esa fe: con relatos sobre las proezas de la imagen,
etc., ayudan a construir la fe; en tercer lugar se percibe dentro
de ella que la Fe es vivida día a día y que tiene
su más variopinta forma de expresarse a través de
oraciones, cantos, siendo cargo de la institución o siendo
costalero/a, etc.
Fe que también se percibe por los sentidos y que coadyuva
a tener mas fe, y es cuando el campo devocional se ensancha cuando
se siente en profundidad ese misterio que es la fe cuando se ha
producido la transustanciación de la fe, es decir, el germen
minúsculo que teníamos ha crecido al ser superada
la experiencia que nos legaron, es experiencia se ha enriquecido
con matices y vivencias nuevas, a su vez, está generando
una sólida relación entre Jesucristo, María,
los santos y santas y el ser humano, con lo cual la fe sale fortalecida
y la vida de la persona también.
También es cierto que donde no existen este tipo de instituciones
y ya pujanza de la Iglesia va declinando se va notando como la
fe se va diluyendo, la fe no se pierde, simplemente se oculta bajo
otras motivaciones y tiene otra forma de expresión que no
es cristiana, por eso es necesario que se mantengan los cultos
a las imágenes, independientemente de saber que se comenten
abusos, que se deben ir depurando los fines y las motivaciones
que promueven a la hermandad, que se deben tener mas presentes
a los mas necesitados y no hacer tanta ostentación, etc.,
pero a pesar de todas las cosas “malas” que podemos
decir de dichas instituciones son un motor fundamental para mantener
viva la llama de fe, pues lo mismo que cuidamos constantemente
el plantón de olivo o naranjo que se pone en la tierra así mismo
se de mimar la Fe.
CONCLUSIÓN
Tras toda la disertación ahora si se podrían responder
a las preguntas que al principio planteaban, pues ya si tenemos
elementos suficientes para comprender mejor el término que
tenemos y que indudablemente un legado del cristianismo, ahora
si podemos dar contestación.
Además podemos incluso inferir otra definición nueva,
pues la FE es un fenómeno interno cognitivo-sensorial, es
decir, es un proceso mental que tiene por necesidad un apercibimiento
a través de los sentidos y que se ve cuando la persona lo
exterioriza.
Resumiendo la fe se transustancia, se consigue aprehender por
los sentidos, se consigue aumentar como una experiencia que se
vive mas allá del sitio de donde se obtuvo y se consigue
agrandar cuando se ha rebasado el germen que se implanto bien por
la iglesia, la familia o la hermandad.
ÍNDICE DE IMÁGENES
Alegoría de a fe de Vermeer (1671-1674) Metropolitan Musem
New York
Alegoría de la fe y las virtudes Jacopo Amigoni 1748-1750
Xigilografía 1569
Icono de la Fe, Esperanza y Caridad
Fe, Esperanza y Caridad
La Fe de Antonio Corradini 1720, La Granja
La Fe
La Fe de Giotto (1302-1305) Scrovegni, Padua
Santa Sofía y sus hijas santa Fe, Esperanza y Caridad
BIBLIOGRAFÍA
RODRÍGUEZ SANTIDRIÁN,
P. Diccionario de las religiones. Alianza Editorial. Madrid,
1989.
Real Academia Española. Diccionario de la lengua española.
Edt. Espasa Calpe. Madrid, 1992 (21ª edic.).
VVAA. Catecismo de la Iglesia
Católica. Asociación
de editores del catecismo. Madrid, 1992
J. TRESE, L. La Fe Explicada. Ediciones Rialp S.A., 1984.