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San Sebastián en Padul 2005

Como haciendo bueno el lema de los carteros “ni el frío, ni la lluvia, ni la nieve,…”, un año más los paduleños y los que nos visitan y quieren compartir nuestras tradiciones han vuelto a tomar el monte.

Provistos de ramales y provisiones, en la mayoría de los casos, suficientes para pasar una larga temporada sin aprovisionarse, han sido miles los que han decidido salir y hacer su haz de leña para calentar al santo.

El día pintaba feo, un vientecillo del norte se metía por los puntos de los jerséis y se hacía notar en los riñones. Pero la sensación de frío duraba poco. Unas buenas chuletas o, en su defecto, chorizos, asados en la barbacoa, por aquello de la prohibición de hacer fuego en el monte, eran un buen entrante para combatir las bajas temperaturas que se presagiaban. Tras la parte sólida había que echar mano de la líquida y así la bota iba y venía sin rumbo fijo. Eso sí tratada con cariño y a base de “arrechochones” que le hacían ir vaciando en largos “solos de corneta” su excelente contenido. Según los comentarios oídos el pasado año ha sido excelente la calidad del vino obtenido.

Es una alegría ver como los padres y madres inculcan en sus hijos la devoción por San Sebastián y por nuestra tradición. Desde que se amamantan, los pequeños paduleños, oyen el himno en honor a San Sebastián, huelen el aroma del tomillo, el romero y la aulaga en el monte, respiran el penetrante aroma de la leña al quemarse y oyen los disparos que, a modo de salvas de honor, son realizados por multitud de paduleños y visitantes, para saludar al Santo Patrón.

Este año se ha notado que la festividad a caído en medio de la semana. Han sido muchos los paduleños que, a pesar de desearlo fervientemente, no han podido estar presentes en la celebración, pero sus obligaciones laborales se lo han impedido. No obstante la cantidad de gente que se ha visto en el monte y en la procesión ha sido muy elevada.

Por la noche el viento arreció y el frío se hizo mucho más intenso. Eso que los expertos denominan la sensación térmica. Pero al calor de las lumbres, cantando el himno de San Sebastián y yendo tras la Santa Misa a la Verbena organizada por la Comisión de Fiestas del Excmo. Ayuntamiento de Padul, cuyos beneficios irán destinados en su totalidad a las víctimas del Tsunami, el frío dio lugar a un reconfortante calorcillo.

En la parte negativa hay que hacer mención en la actuación de uno o varios individuos, vándalos sin paliativos que, sin otro objetivo que hacer daño, reírse de las tradiciones y despreciar la labor anónima y cooperativa de miles de vecinos, han prendido fuego a varias de las pilas de leña que se reservaban en distintas calles para la procesión de la mañana del día veinte, originando además un peligro añadido ya que la quema se hizo de modo incontrolado, teniendo algunas de las pilas quemadas varias toneladas de tomillos, romeros, aulagas y todo tipo de leña de monte.

Por fortuna ha habido gente que, con sentido previsor, había guardado en su domicilio parte de la leña traída y por suerte ha sido suficiente para, al menos de forma simbólica, calentar al santo en cada uno de los sitios marcados por la tradición.

Padul Cofrade
Texto y fotos: F. Molina
Enero 2005

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Para saber más sobre la vida y milagros de San Sebastián le recomendamos visite el monográfico que le ofrecemos.

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