Tuve la suerte,
de que este año 2016, me propusieran para algo que
en mi trayectoria “semana santera “aun, ni
me había propuesto, ni me había pasado por
la cabeza.
Mis objetivos, por
las fechas, de pasión son
ayudar en mi hermandad -a la que me debo- y a
todas las demás hermandades que de mí,
soliciten ayuda, consejo u opinión. (Es un
placer colaborar, sobre todo en lo que a uno le gusta).
Pues bien….
La proposición
del canal televisivo local (Paravisa), para que
fuese el comentarista de las imágenes
del Viernes Santo, en directo, en un principio
me chocó.
Y me chocaron, porque yo no soy comentarista
profesional ni he estudiado para ello ni mi intención
como mero aficionado es vivir de ello- (¡Dios
me libre!).
Se, que hay muchos amigos, que de mí -dicen
que soy buen orador- y lo único que yo les
puedo garantizar es que cuando hablo de algo que
verdaderamente me gusta-lo hago con pasión;
-no por que sepa-… sino porque lo vivo… Así lo
veo yo. ¡Eso personalmente no significa que
sea ni mejor ni peor!
El caso es que en un principio les dije
que no, que buscasen
a otro y si al tiempo suponía problema -no encontrarlo-
que ya hablaríamos.
Pensé..., (como pasa muchas veces)… que era
una nueva oportunidad, que posiblemente ayudaría con
mi voz a otros muchos y muchas que no tienen voz, que no
son escuchados, una oportunidad única para hablar
bien de nuestra Semana Santa… ¡le pedí permiso
a mi hermandad! Y sin dudarlo me animaron en tal empresa.
¡Contáis conmigo! ¡Aquí estaré el
Viernes Santo, y que sea lo que Dios quiera!
Trascurridos los días y después de esta experiencia
que personalmente fue gratificante, -hubo mucha gente que
me felicito de corazón. Se de muy buena tinta que
me equivoque varias veces, que fui muy repetitivo- (Hasta
la saciedad) -lo reconozco-, no fue todo lo mejor que yo
hubiera esperado, los nervios pasaban factura una y otra
vez pues el evento visto desde esta nueva perspectiva me
traicionaba.
Hay voces que de poesía y romance añadirían
solo un poco más de belleza a tan singular cortejo,
el del entierro de Cristo en Padul, pero esa voz, aun así, ¡no
es ni la mía!
De todas formas, contento con la experiencia y ceñido
a lo que en el libro de las novedades de la Semana Santa
2016 y lo que de último apunte me trasmitieran esa
misma mañana, hacendosos cofrades, rezagados costaleros
y amigos en general; sería la base principal del relato
televisivo.
La sorpresa para mí, llego a los días de terminada
nuestra cuaresma, concretamente el día 3 de Abril
domingo, celebración eucarística de las 12
de la mañana, cuando fui mencionado en el sermón
y no precisamente por algo bueno. ¡Se tacho de vergonzoso
y bochornoso los comentarios que el locutor del Viernes Santo
relato al paso de las comitivas!
No es de proceder cristiano decir que se siente nostalgia cuando se acaba la cuaresma, pues Cristo, fuente de alegría
eterna, vive en el corazón de todo cristiano.-… (“Entre
otras acusaciones”).
Ya te puedes imaginar cómo recibí este puñetazo
en la cara; no sé ni por donde me venía y menos
a qué se refería.
No contento con la alusión a mi persona en plena celebración
eucarística, he aquí, que a la semana siguiente,
asisto como vocal de mi hermandad a la reunión que
la Federación de Asociaciones convoca para tratar
temas de interés.
Cuál es mi sorpresa, que nuevamente y amparado por
la multitud de hermanos cofrades, aprovecha el momento, para
volver a echar en cara la vergonzosa actuación del
comentarista del Viernes Santo, al que hubiera llamado la
atención por teléfono, ante tal indecoro.
No proferí palabra.
Pensé; quizá tenga razón.
Pero amigos… ¿No hubiera sido mejor (Digo yo), que me hubiera llamado
aparte desde primera hora, para “amonestarme”? ¿Si es así (que
me equivocase, por qué se empleó de primera hora en castigar pública
y reiteradamente mi proceder sin posibilidad de defensa?
No entiendo este procedimiento de tan noble religioso.
Revisé con detenimiento, la grabación y encontré la supuesta
parte en la que hago mención a la nostalgia.
Transcribo la narración, en la que se dice literalmente:
“La Semana Santa que, con tanto cariño,
con tanto anhelo hemos esperado
y que ahora sentimos melancólicamente, pues ya hoy se nos está marchando…
Muchos de los costaleros, muchas de las mantillas, penitentes con las que he
podido hablar… pues tenían ese pellizco en el interior y comentaban
eso… que sentían mucha ilusión hoy y mucha alegría
de que había llegado el día grande, pero que por otra parte tenían
ese pellizco de melancolía y tristeza porque todas esas noches de ensayos,
todas esas noches de reuniones, hoy tocan a su fin y hay que esperar a un próximo
año… en el que estos grupos de jóvenes cofrades se reúnan
de nuevo para decidir, proponer todo aquello que concierne a la salida de sus
imágenes a la calle...”
Totalmente pecaminoso, vergonzoso y digno de reprobación… ¿No
crees?
Más aun, sin haber alegado yo, nada al respecto, vuelvo a ser mencionado
en crítica el domingo día 10, en misa de diez por tercera vez.
¡INCREIBLE!... Por eso, paso de la melancolía al desconcierto, en
situaciones
así y lejos de buscar razón donde no te la van a dar.
Muchos han sido los que me han animado a defenderme de tales ataques, haciendo
ver el motivo.
Si estuviéramos en otras épocas, quizás me hubiera tocado
ir al paredón… ¡Quién sabe! Lo que sí es cierto
es que llegados a este punto no me retracto de nada de lo relatado, pues aun
sabiendo que Jesús en su divina misericordia vive resucitado con alegría
en mi corazón, (El que me conoce sabe de que hablo) y aunque de fechas
semana santeras de las que sentimos… Siento nostalgia por que como esas
no se repetirán, nostalgia por que hubo conmigo gente que hoy ya no está,
nostalgia por que se lo que siente el cofrade, el costalero, el monaguillo, el
penitente y el espectador que he sido y que otros (será por suerte) desconocen.
Por tanto, si no existe como es evidente, ofensa, insulto o menosprecio en el
relato, ¿por qué se me acusa?
¿Es quizás tener esos sentimientos de nostalgia a momentos que
tan íntimamente
los cofrades sentimos a nuestros Cristos o Vírgenes durante estas fechas,
algo reprobable?...
Bien… no podía quedarme quieto ante esta situación y decidí compartir
con todos vosotros esta tesitura, que para mí ha resultado singular y
sacada de contexto habiendo temas de gran envergadura que molestan a la sociedad,
y de las que nada se habla.
A pesar de mi inexperiencia en los medios seguiré escuchando a la gente
que es donde de verdad puede uno hacerse maestro, pues a veces aprende uno más
escuchando que dando consejos y por ultimo: ”No se puede desatar un nudo
sin saber cómo está hecho”.