APERTURA DEL AÑO
JUBILAR POR EL 300 ANIVERSARIO FUNDACIONAL DE LA HERMANDAD
DEL
STMO. CRISTO DE LA MISERICORDIA Y MARÍA STMA. DE
LA PALMA DE VALDEPEÑAS (CIUDAD REAL), DECLARADO
POR S.S. EL PAPA FRANCISCO
José Ramón
Yébenes Canuto
Hermano Mayor
Valdepeñas, 16 de junio de 2015
Este
Año Jubilar que comenzó este pasado domingo,
14 de junio de 2015, y concluirá el domingo, 19
de junio de 2016
Tal y como estaba programado por
la Hermandad, la apertura de este Año Santo
para la Hermandad, su Parroquia y la ciudad de
Valdepeñas, daba comienzo en la mañana
del domingo, 14 de junio.
Amanecía
un fresco y nublado domingo, en el que desde el amanecer
los miembros de la Hermandad,
junto con el resto de Hermandades de la Parroquia,
engalanaban el recorrido por el que transitaría
la Procesión Eucarística de su Divina
Majestad con motivo de la tradicional Procesión
de la Octava del Corpus de la Parroquia. Con motivo
de los actos de apertura del Año Jubilar,
la Hermandad había solicitado el permiso a
la Parroquia para que, de manera excepcional, esta
Procesión del Santísimo Sacramento
se iniciase en la Parroquia de la Asunción
de Nuestra Señora (Parroquia donde fue erigida
canónicamente la Hermandad hace ahora 300
años) para concluir en la antigua Iglesia
del Stmo. Cristo de la Misericordia (templo que ha
cobijado a la Hermandad desde su fundación
hasta la fecha y que fue constituido como Parroquia
allá por 1904, momento en que la Hermandad
comenzó a estar erigida canónicamente
en su actual Parroquia). Con los permisos otorgados
por los Párrocos de ambas parroquias, se producía
esta circunstancia histórica y extraordinaria
en los más de cien años de historia
de la Procesión de la Octava del Corpus
de la Parroquia del Cristo de la Misericordia.
Desde primeras horas, las campanas
anunciaban la llegada de este día histórico para
la Hermandad y para la Iglesia de Valdepeñas.
Los vecinos engalanaban desde el alba las calles
del recorrido y se instalaron Altares de Respeto
donde se impartiría la bendición con
el Señor durante el recorrido.
Una hora antes
del inicio de la Procesión Eucarística, prevista
para las 11:30 horas, comenzaban a llegar los primeros
hermanos de la Hermandad a la Iglesia de la Asunción
para formar el extenso tramo de hermanos que formaría
parte del cortejo procesional. Casi un centenar de hermanos
portando cirios rojos sacramentales (con los logotipos
propios de este 300 Aniversario y del Año Jubilar),
formando el cuerpo de acólitos turiferarios, ceroferarios
y el cuerpo de monaguillos, portando el palio de respeto
que cobijaría al Señor en su caminar y organizando
el cortejo procesional, formaron parte de este extraordinario
cortejo de hermanos que, con la habitual sobriedad propia
de la Cofradía, vistieron traje oscuro los caballeros
y vestido negro las señoras, con su medalla de Hermandad.
A
las 11:00 horas se comenzó a
formar el cortejo procesional que, a las 11:30 horas,
salía de la Iglesia de la Asunción de
Nuestra Señora, siendo abierto por la Cruz Parroquial
escoltada por dos ciriales del cuerpo de acólitos
de María Stma. de la Palma, revestidos de alba
burdeos y roquete blanco. Tras ellos, representaciones
de las Hermandades de Gloria de la ciudad, de las Hermandades
de Semana Santa y la Agrupación de Cofradías,
junto con las Hermandades de la Vera Cruz de Fuencarral
(Madrid), de la Soledad de Membrilla (Ciudad Real)
y de la Virgen de Consolación, Patrona de Valdepeñas,
que cerraban el cortejo de representaciones.
Tras ellos,
abría el tramo de hermanos el Estandarte
Sacramental de la Hermandad que emitía su habitual
sonido de campanillas de bronce que prenden del mismo,
y el extenso tramo de parejas de hermanos con cirio color
rojo sacramental colocados previamente en la Capilla Sacramental
de la Asunción por estricto orden de antigüedad,
desde los que han ingresado más recientemente hasta
los más antiguos de la corporación. Cerraba
el tramo de hermanos el Estandarte Corporativo de la Hermandad,
el Bacalao, que precedía a la presidencia del tramo
de hermanos formada por los Hermanos Mayores que ha tenido
la Hermandad desde 1976 hasta la actualidad.
Antecedían a la Custodia la habitual
presencia de la Adoración Nocturna y de la UNER,
junto con el cuerpo de monaguillos con la esclavina
de la Hermandad que, con campanillas, anunciaban la
llegada del Señor. La Custodia era escoltada
por el cuerpo de acólitos turiferarios y ceroferarios
de la Hermandad, revestidos con las dalmáticas
burdeos y portando el cuerpo de ciriales del
paso del Stmo. Cristo de la Misericordia.
Bajo el palio de respeto, portado
por los seis hermanos más antiguos que participaron
en el cortejo procesional, el Señor fue portado
en la Custodia por el Vicario Judicial de la Diócesis,
D. Bernardo Torres Escudero quien, en representación
y por delegación del Obispo de la Diócesis,
presidió todos los actos de apertura del Año
Jubilar. Junto a él, el Párroco y
Consiliario de la Hermandad, D. Emilio J. Montes
Romero.
Tras el Señor, el acompañamiento
musical corrió a cargo de la A.M. Nuestra
Sra. de la Soledad y Santo Sepulcro de Villanueva
de los Infantes, quienes interpretaron ininterrumpidamente
las marchas procesionales “Triunfal” y “Pescador
de Hombres”. Acompañaban al Señor,
también, un gran número de fieles que
caminaron junto a Él durante todo el recorrido.
El Señor salía al filo de las 11:45 horas
por la Puerta del Sol de la Asunción, tras ser expuesto
en la Custodia y rezar la Coronilla de la Misericordia
en el Altar, momento en el que las recientemente restauradas
campanas de la torre de la Asunción, volteaban anunciando
a la ciudad la salida del Señor camino de la Iglesia
Parroquial del Stmo. Cristo de la Misericordia.
Discurrió el
cortejo por la Plaza de España, calle de la
Virgen y calle del Cristo, donde comenzaron a sucederse
los Altares de Respeto colocados por vecinos y Hermandades
de la Parroquia, donde el Señor era expuesto,
se realizaba una oración y se impartía
la Bendición.
Desde el principio de la calle Cristo
comenzaba también a escucharse los sonidos
del campanario de la antigua Iglesia del Stmo. Cristo
anunciando la llegada de un largo cortejo que ocupaba
prácticamente toda la calle. A las 12:30 llegaba
la Cruz Parroquial a la antigua Iglesia donde concluía
esta primera parte de la Procesión Eucarística,
20 minutos después llegaba el Señor
que caminó los últimos metros por un
pasillo realizado por todos los componentes del cortejo
procesional, tanto las Hermandades invitadas como
los hermanos de la Hermandad. El Señor fue
expuesto en un Altar confeccionado por la Hermandad
en el atrio de la antigua Iglesia del Stmo. Cristo
de la Misericordia. Ahí comenzaban los actos
propios de apertura del Año Jubilar.
Tomando la
palabra el Secretario de la Hermandad, quien introdujo
a los asistentes al momento histórico
que se rememoraba este día, 300 años después
de la fundación de la Hermandad, el Vocal Mayor
de Gobierno dio lectura al Anuncio del Año Jubilar
que ha sido concedido por el Papa Francisco a la Hermandad
y a su Parroquia. Tras él, el Párroco dio
lectura a un texto del Libro del Éxodo y el Vicario
Judicial de la Diócesis, que presidía la
celebración, dio lectura a un texto que invitaba
a comenzar la Peregrinación hacia el Templo Jubilar.
Comenzaba así la Peregrinación con la Procesión
Eucarística en la que el cortejo se invirtió en
su orden por completo para ser abierto por el Señor
que caminó, bajo palio, hasta la Puerta Jubilar
de la Iglesia Parroquial del Stmo. Cristo de la Misericordia,
seguido de todo el cortejo procesional detrás.
Los
50 metros que separan la puerta del templo antiguo
del templo nuevo fueron un caminar solemne
en el que el Párroco cantó la Letanía
de los Santos, recorriéndose el perímetro
lateral de una iglesia parroquial efusivamente engalanada
por la Hermandad para la ocasión (con grandes
gallardetes con los colores vaticanos y burdeos de
la Hermandad que pendían de la torre de la iglesia,
banderas vaticanas y de la Hermandad en las fachadas
de ambos templos antiguo y actual, así como
grandes lonas que anunciaban el Año Jubilar).
Así se llegó a la Puerta Jubilar situada
en la fachada principal del templo nuevo que se encontraba
abarrotada de fieles esperando la llegada del cortejo
y también engalanada con un exorno floral en
forma de arco de entrada coronado por el escudo del
Papa Francisco y la inscripción: “Deus,
dives in Misericordia” (Dios, rico en Misericordia).
Llegados a
la Puerta Jubilar, que permanecía cerrada,
el Santísimo Sacramento se situó de frente
a los fieles, momento en el que el Hermano Mayor leyó una
monición exhortando sobre los frutos espirituales
que se pueden alcanzar durante el Año Jubilar. El
Vicario Judicial, por su parte, realizó una oración
con la que se procedió a la apertura del Templo
Jubilar.
A las 13:00 horas, el Santísimo Sacramento fue
el primero en cruzar el umbral de la Puerta Jubilar para
adentrarse en el templo completamente vacío de fieles
mientras se entonaba el canto “Pueblo de Reyes”.
Tras la entrada del Señor se sucedió la de
los hermanos de la Hermandad, en primer lugar, y la del
resto de fieles y representantes de Hermandades después
que, agolpados a la puerta del templo, produjo un enorme
bullicio de gente que deseaba entrar en el templo, viviéndose
momentos de tensión porque la presencia de fieles
era muy superior a la capacidad del templo parroquial.
Muchos fieles tuvieron que quedarse a las puertas del templo,
en el que se ocuparon todos los asientos de la nave central
y del coro, ocupándose también el resto de
pasillos que acogieron a gente de pie que siguió así toda
la celebración.
Tras estos minutos de bullicio y desorden en el interior
del templo, el Santísimo Sacramento fue reservado
en el Sagrario, los sacerdotes se retiraron brevemente
a la Sacristía y la Hermandad dispuso todo lo necesario
para el comienzo de la celebración eucarística.
Tras
cinco minutos de receso, se abrían
las puertas de la Sacristía desde donde comenzó la
Procesión de entrada, abierta por la Cruz Parroquial
y los ciriales, seguida de los sacerdotes concelebrantes:
D. José Ballesteros, D. José Luís
Bardera (Párroco de Ntra. Sra. de los Llanos),
D. Salvador (Padre trinitario), D. Emilio J. Montes
Romero (Párroco y Consiliario de la Hermandad)
y D. Bernardo Torres Escudero (Vicario Judicial de
la Diócesis y Delegado del Obispo para esta
celebración).La Eucaristía fue magistralmente
acompañada por la Coral “Maestro Ibáñez”.
En el desarrollo de la Eucaristía, el Párroco
leyó el Decreto de la Penitenciaría Apostólica
por el que se concedía la gracia de un Año
Jubilar por el 300 Aniversario de la Hermandad, declarándose
la Iglesia Parroquial del Stmo. Cristo de la Misericordia,
templo jubilar de peregrinación. Del mismo modo,
se leía la Bula por la que se daban a conocer
las condiciones a cumplir para alcanzar la Indulgencia
Plenaria que otorga el Año Jubilar. Para, a
continuación, D. Bernardo Torres declarar abierto
el Año Jubilar.
La Eucaristía se desarrolló con gran solemnidad
durante toda la liturgia de la misma, concluyéndose
al filo de los 14:45 horas, con la Bendición Papal
que ha decretado el Papa Francisco para este Año
Jubilar, cuyo Decreto de concesión fue leído
por el Hermano Mayor, y que impartió, en nombre
de Su Santidad, el Vicario D. Bernardo Torres.
Tras la bendición, el Vicario alentó a los
hermanos de la Hermandad a trabajar y desarrollar todos
los actos previstos en la programación. También
les animó a comprometerse por cumplir los objetivos
pastorales y espirituales planteados para este Año
Jubilar, así como a trabajar denodadamente por completar
la Obra Social de este Año Jubilar, la reconstrucción
del Colegio de Educación Especial “San José” de
Brazaville (Congo), regentado por las Hijas de San Vicente
de Paul, por un importe de 7.750.000 francos congoleños,
alrededor de 12.000 €.
Finalizada la intervención del Vicario, el Párroco
quiso agradecer también a la Hermandad y a toda
la comunidad parroquial su trabajo y dedicación
a la Parroquia, en todos sus ámbitos. Como punto
final, se cantó la Salve a la Santísima Virgen
de la Palma que, desde este día de apertura del
Año Jubilar, recibe culto en el Altar Mayor de la
Parroquia, junto a la imagen del Santísimo Cristo
de la Misericordia, ambos Sagrados Titulares de la Hermandad
tricentenaria que comienza este Año Jubilar de celebraciones.
Un gran aplauso final de todos los fieles congregados
en la Iglesia Parroquial, que también se encontraba
especialmente decorada con banderas vaticanas y distintivos
propios de la Hermandad, daba por concluida la celebración
de apertura de este Año Jubilar que tendrá,
a partir de ahora, su continuidad durante 371 días,
hasta su clausura el 19 de junio de 2016.