El 27 de diciembre de 2006,
más de dos décadas después de su desaparición,
el Rosario de la aurora volvió a recorrer las calles de la
localidad de Restábal, presidido por la imagen de su patrona,
Nuestra Señora del Rosario., dentro de las fiestas patronales
que a ella y a San Cristóbal se dedican del 25 al 27 del
mes navideño.
El Rosario de la aurora, tradición
mariana de gran sabor popular, cuenta en Restábal con siglos
de historia, ya la Hermandad del Santísimo, Nuestra Señora
del Rosario y Ánimas Benditas, fundada en 1698, lo recogía
entre sus numerosos actos en honor de Nuestra Señora, contando
para ello con faroles y estandartes. Una vez desaparecida la Venerable
Hermandad, en el pasado siglo XX, el pueblo siguió realizando
este acto piadoso que se enmarcaba dentro de los cultos de las fiestas
patronales en honor de San Cristóbal y la Virgen del Rosario,
siendo ambas imágenes las que presidían esta salida
al alba de la mañana. Con el paso de los años la colaboración
y asistencia se vio desmejorada, lo que propició la no realización
del mismo hace aproximadamente tres décadas. Queda constancia
de que fue convocado por los mayordomos de las fiestas patronales
del año 1985, según consta en el programa de festejos,
aunque no sabemos si finalmente se materializó. Si cabe destacar
que han existido propuestas, por parte de particulares, de volver
a sacar el Rosario coincidiendo con el año Jubilar, con el
500 aniversario de la instauración de la Parroquia y con
el Año Santo del Rosario, pero no fue posible su realización.
De nuevo este año, surgió la propuesta entre los mayordomos
de las patronales, siendo aprobada por estos y por el párroco
de San Cristóbal, por lo que se acordó que el día
27 de Diciembre, dedicado a la patrona, a las 7:30 de la mañana,
la imagen de la Virgen del Rosario recorriese de nuevo las calles
de su pueblo en Rosario de la Aurora.
A
las siete de la mañana del 27 de diciembre, tres cohetes
surcaron el cielo adormecido de Restábal desde el barrio
más alto del pueblo, la calle Acequia Alta, para ir
despertando almas, y pasadas las siete y diez las campanas
de la Parroquia de San Cristóbal se lanzaban al vuelo
proclamando sobre el pueblo la inminente salida de su Madre
y Patrona en Rosario de la Aurora, al par que se abrían
las puertas del templo.
A las siete y media el trono de la Virgen
del Rosario atravesaba el dintel del recinto sacro para recorrer
su pueblo y cumplir así el anhelo de muchas personas que
llevaban años esperando este momento. Siguiendo el recorrido
tradicional, con las paradas de costumbre para el canto de la salve
local, y cantando el Santo Rosario, la Santísima Virgen fue
trayendo la luz del día a su pueblo y su pueblo le cantó
y vitoreó hasta que una hora después de su salida,
y con la claridad de una mañana de temperatura agradable
para las fechas que son, entrase triunfalmente en el templo parroquial
donde esperaba San Cristóbal rememorando la salida procesional
de la noche anterior y la que les esperaba en la tarde-noche del
día que acababa de comenzar. Tras el canto de la salve y
vivas a nuestros santos patrones, los mayordomos invitaron a un
desayuno a todos aquellos que quisieron degustarlo, para continuar
con los actos de un día que despuntaba bajo el amparo de
la Virgen del Rosario, estrella de la mañana y reina de la
aurora.
¡VIVA LA VIRGEN
DEL ROSARIO!
¡VIVA LA PATRONA DE RESTÁBAL!
¡VIVA LA REINA DE LOS RESTABEÑOS!
¡VIVA LA MADRE DE DIOS!