Semanas
de Pasión
La Senmana Santa
en imágenes y sonidos
Padul
Bandas
Varios
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El camarín como morada sagrada y privada de la devoción
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Aurora de la Torre
Doctora en Historia por la Universidadde Sevilla
Colaboradora en Padul Cofrade
Sevilla, 30 de julio de 2025
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Hay espacios en el arte sacro que no fueron concebidos solo para ser vistos, sino para ser vividos. El camarín, pequeño ámbito oculto tras el retablo, es uno de ellos. Más que una estructura arquitectónica, es una geografía del alma, un umbral entre lo visible y lo velado, donde la devoción adopta forma íntima, silenciosa y corporal.
Desde finales del siglo XVII, los camarines comenzaron a construirse como espacios privilegiados para custodiar imágenes marianas y cristológicas de especial veneración. Allí la piedad popular se aleja del bullicio del culto público y se convierte en susurro, promesa o caricia.
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El pañuelo de la Virgen como consuelo del alma andaluza
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Marina Roldán
Colaboradora cultural en Padul Cofrade
Córdoba, 29 de julio
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Pocas cosas tan silenciosamente elocuentes como ese delicado pañuelo que muchas Vírgenes portan en sus manos. No es un adorno más, ni un complemento arbitrario: es el umbral de una teología emocional profundamente enraizada en la cultura popular andaluza. El pañuelo no seca lágrimas, sino que las contiene; no las borra, sino que las abraza. Es puente entre lo humano y lo divino, símbolo de duelo, consuelo, entrega y maternidad.
Este artículo propone una lectura iconográfica, antropológica y espiritual de un elemento muchas veces pasado por alto, pero que late con fuerza en la sensibilidad cofrade y mariana del sur de España.
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La túnica y la cámara. Mujeres que narran la Semana Santa desde el objetivo
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Inés Salvatierra
Colaboradora cultural – Padul Cofrade
Málaga, 28 de julio de 2025
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En la esquina del Domingo de Ramos, justo cuando la luz empieza a caer por la calle Larios y las primeras marchas resbalan por los balcones, hay una joven que no viste túnica, ni lleva cirio, ni se reconoce en ningún papel oficial de procesión. Lo que lleva, colgado al cuello, es una cámara analógica. Mira, espera, se agacha. Respira hondo como si estuviera en oración y dispara.
Durante décadas, la Semana Santa fue mirada desde un solo ángulo. El masculino, procesional, jerárquico. La cámara era un instrumento de documentación, muchas veces al servicio del poder estético de las cofradías.
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La piel quebrada del barroco
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Clara Sanjuán
Colaboradora cultural – Padul Cofrade
Jerez de la Frontera (Cádiz) 27 de julio de 2025
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Cuando la luz de una tarde de Jueves Santo se posa sobre el rostro de una dolorosa, son pocos los ojos que reparan en las fisuras minúsculas que surcan su policromía. Pero esas grietas, silenciosas y tenaces, no son simples accidentes del tiempo: son huellas de una vida vivida en carne de cedro, heridas sutiles que nos hablan de siglos de devoción, de manos que la llevaron, de templos que la acogieron. Son la memoria de la materia. |
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